La ciberdelincuencia es uno de los grandes problemas que las empresas sufren en la actualidad, especialmente con el aumento de la digitalización. Uno de los ataques más habituales es el ransomware. Este tipo de troyano bloquea los datos de su víctima, y solo es posible recuperarlos mediante el pago de un rescate. El número de ataques, desde el auge del teletrabajo a raíz de la pandemia del coronavirus, no ha parado de aumentar en los últimos meses.
Los ataques de ransomware cada vez son más comunes según Hornetsecurity
Una encuesta elaborada por Hornetsecurity confirma que una de cada cinco empresas ha sufrido un ataque de este tipo. Esto está directamente relacionado con haber tenido alguna brecha de seguridad en el correo electrónico. Las consecuencias pueden ser brutales para la compañía. El objetivo principal de los ataques de ransomware es conseguir datos cifrados e impedir al negocio operar. Por esta razón, los servidores y todo lo relacionado con el almacenamiento en la red son los mecanismos más vulnerables.
En caso de que una empresa no tenga acceso a este tipo de datos, su operativa puede llegar a paralizarse por completo. Por esta razón, contar con un software de protección contra malware es fundamental, con especial relevancia en los endpoints. Son los puntos donde acceder a los diferentes servidores de almacenamiento resulta más sencillo.
Las consecuencias de sufrir ataques de ransomware suelen ser de importancia. El tiempo medio de inactividad de una empresa oscila alrededor de los 21 días. Esto significa que la compañía puede estar casi un mes sin facturar. A esto hay que añadirle el coste de recuperar los datos, el daño a nivel de marca y también el pago del rescate. La cantidad promedio que pagaron las compañías durante el 2020 fue de casi 200 000 dólares, y es que, según la encuesta, el 9,2% de las empresas que fueron atacadas acabaron pagando el rescate para poder recuperar la información secuestrada. Eso sí, más del 90% han asegurado que gracias a las copias de seguridad pudieron restaurar los datos, por lo que contar con copias de seguridad es una de las mejores opciones a tener en cuenta.
La importancia de contar con copias de seguridad para luchar contra el ransomware
Una de las principales medidas para combatir este tipo de ataques es la implementación de copias de seguridad. En el caso de que la unidad infectada por un malware cuente con una copia de seguridad, el equipo de IT puede recuperar la gran mayoría de los datos afectados sin muchos problemas. De esta forma, la compañía no ve comprometida su actividad a causa del ataque cibernético. De hecho, la mayoría de estas amenazas se pueden frustrar de una forma relativamente sencilla.
Uno de los datos más preocupantes es que el 15 % de los encuestados reconocen no llevar a cabo ningún tipo de copia de seguridad. Las copias, además, pueden ser de gran ayuda ante cualquier problema relacionado con el hardware. La segunda acción que debe llevar a cabo una compañía es establecer un plan de recuperación ante cualquier tipo de desastre que provenga del departamento de IT. El objetivo principal es evitar la caída del sistema de producción para no comprometer los objetivos de la empresa.
Formación para los trabajadores y planes de recuperación
Estas dos cosas van de la mano. Los encuestados que afirmaron no llevar a cabo ningún tipo de copia de seguridad también aseguraron que no tenían ningún tipo de plan de recuperación activo. Esto es debido a que el 28,7% de las empresas no facilitan ninguna formación a los trabajadores para que puedan identificar los ataques de ransomware. No solo deben preocupar los ransomwares, sino también los errores producidos por un trabajador, el sistema informático o una fuga de luz.
Existen archivos, datos o ficheros de gran importancia a nivel tecnológico y que ningún negocio puede permitirse perder. La formación para los trabajadores y los sistemas anti-ransomware son algunas de las medidas inmediatas que hay que aplicar.
Como conclusión, el ransomware es uno de los tipos de ataques preferidos por los ciberdelincuentes para atacar a las empresas. Por ello, las empresas deben aplicar una estrategia de ciberseguridad para evitar una fuga de datos que comprometa a su facturación.
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